BIENVENIDO A LA PÁGINA WEB DE BRUNITOFOX, DISFRUTE DE SU CONTENIDO

El pastoreo religioso del corral humano


En todo el planeta, la misma historia de pueblos sin esperanza real, pero con esa fe que los mete en ese pastoreo religioso, siguiendo a  un "Dios" que ni siquiera se esfuerza en darles la mínima señal de su existencia, todo tienen que inventarse al paso:
§  Millones de peregrinos se reúnen a primeros de año en la India,
en el Kum Mela, donde confluyen tres ríos sagrados
§  La virgen de Guadalupe, El Señor de los Milagros, Santa Rosa de Lima; convocan a miles de fieles.
§  Pastores evangélicos, hacen milagros curativos
§  Cientos de miles de personas acogen entusiastas al papa Francisco
durante su viaje a Albania en un país, hasta hace muy poco ateo,  ahora llega al Perú
§  Doscientas mil personas en España para asistir a la canonización de Portillo, figura de una asociación tan “liberal” como El Opus dei
§  Cientos de miles de fanáticos religiosos dando las siete vueltas en torno a la piedra negra en la Meca
§  Muro de las lamentaciones: millones de personas hablando con una pared de piedra en Jerusalén
§  Procesiones de Semana Santa: miles de personas disfrazadas con cucuruchos en la cabeza paseándose por las calles cual película de Zombis
§  Sangrientas auto flagelaciones por todo el planeta por motivos religiosos
§  Etc……..
No cabe duda de que el nivel de borreguismo humano en pleno siglo XXI es cuanto menos, desmoralizante (lista de 8 de los eventos religiosos más importantes)

El profesor de historia Noah Harari describe perfectamente la farsa deísta existente desde hace miles de años. ¿Cuál es el secreto de la permanencia de esos dioses absurdos y sanguinarios por los que se mata, se sufre  y se muere absurdamente? Que su difusión y continuación siempre han interesado al poder humano para mantener sus privilegios. En todos los países el cetro, la corona, el dominio, se han apoyado, y lo siguen haciendo, en el báculo, la tiara, la existencia de un ser poderoso que castiga o lleva a un cielo difuso.
“Todas las INSTITUCIONES sobre las que se construye nuestra forma de vida son RELATOS, FICCIONES, FÁBULAS: los derechos humanos, las naciones, las empresas, los dioses. No significa que no sean importantes; son extremadamente importantes. Pero están basados en la necesidad de una creencia. Es como el dinero: es una convención.”
Noah Harari
Naturalmente, determinados grupos de poder, como los famosos illuminati (élites sectarias arraigadas en el poder) comprendieron desde el principio la eficacia de esos planteamientos y con ello se incrustaron en todas las razas y naciones, atontando a quienes iban a ser explotados y de ser preciso, exterminados, propagando el engaño general para no ser estorbados en sus propósitos.
Todo vale para dichos propósitos, principalmente sembrar el terror, ya sea por medio de fanáticos asesinos, como de virus letales, como de amenazas de una tercera guerra mundial o desastre climático. Porque un humano espantado se desactiva perdiendo toda capacidad de rebelarse ante situaciones injustas.
Y soportamos la zarabanda de líderes estrechándose la mano
masónicamente, acogiéndose al ojo de Horus, cumpliendo
determinados ritos numéricosmintiendo como cosacos, corrompiendo
y corrompiéndose, en un baile de la muerte como el que reflejó
Bergman en sus películas.
¿Cómo podremos contra ello? SABIENDO Y DESPERTANDO AL ENGAÑO. Y eso es la verdaderamente complicado, entre millones de anestesiados.
Pero yo añado algo que casi nadie menciona, pero resulta esencial.
Muchas veces he dicho que nuestros mentores impedirían una
destrucción total masiva, y me reafirmo en ello. Por lo que ya
os puedo asegurar, que por muchas maquinaciones que soportemos,
no habrá una tercera guerra mundialni una catástrofe climática
masiva.

Todos los dioses que hemos inventado y en los que miles de millones
creen ciegamente son falsos, imaginados por nosotros. Y nuestra
torpeza nos impide conocer a otros Seres, que sin ser dioses, si
tienen el poder de impedir que esos vaticinios funestos se cumplan.
En que ésta es la única verdad, he empeñado mi propia vida
y terminaré proclamándola hasta el final, me cueste lo que me cueste.
Todo antes de soportar ovejunamente la conspiración de los
poderosos, con sus búnqueres e iniquidades.

Con tan solo una persona que entienda, este esfuerzo no habrá sido inútil. Lee, investiga, razona, cuestiona y te pondrás frente a esas creencias, lee la biblia objetivamente y serás un librepensador.

El Hot Dog, un "alimento" que es un gran causante de Cáncer

Los hot dogs o perritos calientes, son unos de los alimentos consumidos por millones de personas alrededor del mundo. Ellos salieron a las calles en el siglo IXX cuando fueron introducidos por los inmigrantes alemanes. Pronto, se les dio un estatus de icono y se convirtieron en parte de la cultura alimentaria en muchas naciones.
Pero si nos fijamos que es lo que hay dentro del hot dog y la forma en que se hacen, es posible que te sorprendas al descubrir que este alimento muy querido está al acecho con peligros para la salud.
 Los hot dogs son un peligro para la salud
Las salchichas son los alimentos procesados ​​vacíos nutricionalmente. No hay nada natural en ellos y las fábricas las producen de una manera altamente robotizada a un ritmo asombroso de 300.000 hot dogs por hora.
Tradicionalmente, los hot dogs están hechos de una mezcla de carne de cerdo, de res y pollo. Se utilizan las sobras de los cortes de la res o cortes de cerdo y subproductos 'comestible' de la matanza. Estos incluyen el tejido graso, pieles, pies y cabezas de animales.

Estos recortes son triturados y mezclados entre sí hasta formar una pasta espesa. Para hacer que las salchichas sepan bien, se añade una gran cantidad de aditivos, incluyendo cantidades excesivas de sal, jarabe de maíz, glutamato monosódico (MSG), nitratos y otros productos químicos.
Los aromas varían dependiendo del lugar donde se venden los hot dogs, ya que las personas de diferentes regiones tienen diferentes gustos. El Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) no requiere que los fabricantes listen los saborizantes en las etiquetas, por lo que casi todo vale. Los saborizantes incluyen el infame glutamato monosódico (MSG) y el carmín - un tinte de las conchas de los pequeños escarabajos, hervida en amoníaco o carbonato de sodio.
 Los hot dogs pueden causar cáncer
Los nitratos y nitritos son los siguientes en la problemática lista de aditivos utilizados en los hot dogs. En presencia de altas temperaturas se combinan con las aminas en la carne procesada para formar nitrosaminas.
Son las nitrosaminas que se han relacionado con el cáncer - especialmente de colon, vejiga, estómago y cáncer de páncreas.
De acuerdo con el Instituto Americano para la Investigación del Cáncer, un hot dog al día aumenta el riesgo de cáncer colorrectal en un 21%. Incluso los hot dogs orgánicos contienen nitrito, a veces incluso en cantidades más altas que los hot dogs convencionales.



Las carnes procesadas, en general, se ha demostrado que aumenta el riesgo de cáncer de páncreas en un 67% en un estudio de la Universidad de Hawai.
 Los hot dogs pueden contener objetos extraños
A veces, objetos extraños también se encuentran en tu salchicha favorita. A continuación se han registrado: curitas, fragmentos de vidrio, hojas de afeitar, fragmentos de metal, gusanos, piernas de rata, y pedazos de globos oculares.
La velocidad de la producción permite que los contaminantes se 'cuelen' en el producto final pasando desapercibidos, por lo que puedes obtener algunas sorpresas desagradables.
 Los hot dogs contribuyen a la obesidad infantil
Los hot dogs se encuentran entre los alimentos poco saludables que contribuyen al aumento de las tasas de obesidad infantil, que por supuesto es vinculado a una gran variedad de problemas de salud.
Evita las carnes procesadas en su totalidad. Si comes carne, asegúrate de que provienen de animales criados orgánicamente, alimentados con pasto y criados humanamente. Y no te olvides de comer un montón de verduras frescas con él.

La evaluación debe ser solo un instrumento más de aprendizaje.

En el ámbito escolar la evaluación se suele asociar con el proceso de examinar y poner nota a los conocimientos de los estudiantes. Quizá por eso despierta tanto recelo entre muchos alumnos, familias e incluso docentes, hasta el punto de que no son pocas las voces que abogan por desterrarla definitivamente de los centros escolares. Lo que muchos desconocen es que, además de ser un medio para comprobar lo aprendido, la evaluación es un potente medio para aprender. Considero que no debe de ser punitiva, y calificada numéricamente, pues lo vuelve traumático para el estudiante. Debe ser un medio potente para aprender, y hay que explicárselo al estudiante.
A mediados de la década de los 70, una revisión de la literatura puso de relieve que el acto de recuperar la información almacenada en la memoria favorece su aprendizaje (Bjork, 1975). Desde entonces, el efecto de la evaluación (o “testing effect” en inglés) ha sido objeto de estudio en innumerables ocasiones y la evidencia recogida hasta el momento apunta de forma consistente en la misma dirección: evaluar a los alumnos propicia un mejor aprendizaje y recuerdo posterior de lo aprendido que otras técnicas de estudio más populares (Adesope y cols., 2017; Bangert y cols., 1991; Phelps, 2012; Roediger y cols, 2006; Rohrer y cols., 2010). De hecho, en contra de lo que la intuición nos pueda dictar, el hecho de enfrentarse a una evaluación tiene más beneficios en el aprendizaje que leer la materia una y otra vez. Y más importante aún, como veremos a continuación, este resultado es robusto bajo una amplia variedad de circunstancias.
En el año 2006, Roediger y colaboradores realizaron una revisión cualitativa sobre el efecto de la evaluación en el aprendizaje. Los resultados mostraron que los beneficios de ésta son constantes independientemente del tipo de tarea que se emplee para ello (por ejemplo, tareas de laboratorio como la asociación de parejas de estímulos o tareas reales como la redacción de un ensayo o responder a preguntas de selección múltiple), del tipo de material objeto de estudio (por ejemplo, listas de palabras o textos) o del contenido y su complejidad. Además, encontraron que estas ganancias se mantienen constantes tanto en los laboratorios como en las aulas. Un meta-análisis de estudios realizados exclusivamente en colegios había alcanzado esta misma conclusión años atrás (Bangert y cols., 1991). En el año 2012, Phelps realizó una nueva síntesis sobre el efecto de la evaluación en el rendimiento académico de los alumnos. En esta ocasión, se incluyeron trabajos cuantitativos y cualitativos realizados entre 1910 y 2010. Una vez más, los resultados mostraron que evaluar mejora el aprendizaje.
Recientemente, Adesope y colaboradores (2017) han realizado un meta-análisis sobre el efecto de la evaluación. Su trabajo de revisión incorpora una serie de mejoras en relación a los anteriores como, por ejemplo, la inclusión de los estudios más recientes o el uso de técnicas de análisis más sofisticadas que permiten una interpretación de los datos más completa y rigurosa. Por todo ello, las conclusiones a las que llega son especialmente relevantes. En primer lugar, los resultados confirman que realizar evaluaciones favorece el aprendizaje. Este efecto es moderado si se compara con otras estrategias de estudio, como la relectura, y es mucho mayor cuando se compara con no hacer nada. En relación al formato de las tareas de evaluación empleadas, se observa que el recuerdo libre, el recuerdo con pistas, las preguntas de selección múltiple y las preguntas de respuestas cortas son las estrategias que conducen a beneficios mayores. Por ello, lo más adecuado es que el docente decida en cada caso qué formato usar en función del tipo de aprendizaje (por ejemplo, preguntas de selección múltiple para retener hechos y preguntas de respuesta corta para contenidos más abstractos y conceptuales). Además, los beneficios de aprendizaje son mayores si el formato de las pruebas finales coincide con el de las pruebas de repaso y también si se combinan diferentes tipos de tarea durante ambos tipos de prueba. Este último resultado justifica una vez más el empleo de diferentes tipos de tarea en función de la materia objeto de aprendizaje. En relación al feedback, los autores concluyen que los beneficios de la evaluación son prácticamente iguales tanto si los alumnos reciben retroalimentación sobre su rendimiento durante las pruebas de repaso como si no. Y, por tanto, recomiendan la evaluación incluso cuando no existe la opción de dar feedback. La evaluación es también eficaz independientemente del intervalo de tiempo que transcurra entre las pruebas de repaso y las finales, aunque las mejoras son mayores si este lapso de tiempo es de 1 a 6 días que si es inferior a 1 día. Y también lo es al margen del nivel académico en el que se encuentren los alumnos. Curiosamente, es preferible que los estudiantes realicen una única prueba de repaso a que realicen varias. Luego, en principio, una pequeña inversión de tiempo es suficiente para obtener mejoras. Por último, al igual que en revisiones previas, este meta-análisis muestra que los efectos de la evaluación se producen tanto en contextos artificiales como en aulas reales.
¿Por qué la evaluación está tan infravalorada en relación a otras estrategias de aprendizaje como la relectura, tan valorada por muchos estudiantes? La relectura de un texto puede propiciar un sentido de familiaridad con el mismo que nos conduce a la falsa sensación de estar aprendiendo (Bjork y cols., 2011). Sin embargo, este aprendizaje es superficial y se traduce en un rendimiento pobre a largo plazo (Roediger et al., 2006). Por el contrario, la evaluación posibilita unas condiciones de aprendizaje que, aunque aparentemente crean cierta dificultad, permiten un aprendizaje más flexible y duradero. Estas dificultades deseables, como las ha denominado Bjork (1994), impulsan los procesos de codificación y recuperación que favorecen el aprendizaje, la comprensión y el recuerdo. Junto con la dificultad que supone ser evaluado, hay otras razones que pueden explicar la mala fama de la evaluación. Por un lado, hay voces que apuntan al estrés que puede causar en los estudiantes una exposición frecuente a evaluaciones (véase, por ejemplo, Acaso, 2014). Sin entrar en más debate, es importante recalcar aquí que evaluación no es necesariamente sinónimo ni de calificación ni de prueba oficial para acceder a estudios superiores. Por otro lado, algunos críticos también apuntan a que la evaluación puede quitar tiempo para hacer otras actividades o para usar el material didáctico de una forma más creativa. Sin embargo, como apuntan Roediger y colaboradores (2006), si los alumnos no han alcanzado un dominio básico de la materia, difícilmente van a poder pensar de forma crítica y creativa sobre la misma. Además, como explican estos autores, hay muchas formas de integrar la práctica de la evaluación en el aula sin interrumpir la rutina de trabajo habitual.

En síntesis, la evidencia demuestra de forma robusta que la evaluación es una herramienta muy valiosa para favorecer el aprendizaje a largo plazo. Los numerosos estudios que se han hecho muestran además que los beneficios de la evaluación se mantienen con independencia de la edad y nivel educativo de los aprendices así como del tipo y complejidad de la materia. A la luz de estos resultados, y a pesar del creciente número de voces críticas, no hay razón para que los centros escolares no mantengan o incorporen la evaluación en sus aulas como práctica habitual, pero para retomar algunas falencias en los aprendizajes, y no para cuantificarlas y desaprobar. De esto tiene que saberlo el estudiante, y le perderá pánico y la evaluación será un instrumento más de aprendizaje.