Quizás lo más interesante de su arte figurativo pintado en rocas
y en las cuevas es la forma en la que han representado a los Wandjinas –
rostros blancos, carentes de una boca, ojos grandes y negros, y una cabeza
rodeada de un halo o algún tipo de casco.
¿Son estas pinturas rupestres
representando a los Wandjinas la evidencia de visitantes de otros mundos
interactuando con los humanos primitivos? En 1938, el Dr. Andreas Lommel, miembro del Instituto Frobenius,
vivió durante varios meses en la parte noroeste de Australia, en la región de
Kimberly, con una tribu aborigen llamada Unambal, una cultura que ha existido,
según la historia oficial, por lo menos unos 60.000 años.Durante este período, Lommel observo y fotografio la vida
cotidiana de estos cazadores-recolectores aún en la edad de piedra, sin embargo
lo que más capturo la atención del investigador fue el descubrimiento de una
cueva considerado sagrada por los aborígenes, en el que estaban representados
los enigmáticos “Wandjina”, pinturas rupestres de seres mitológicos asociados
con la creación del mundo.Kimberly es el único lugar del mundo donde se representan a
estos extraños seres. Según los investigadores, estas pinturas rupestres son
muy antiguas, tanto como la cultura aborigen que los creo.A pesar de la antigüedad de las leyes y la cultura tradicional
Unambal estos siguen vivos y en activo. La tradición Unambal requiere repintar
las imágenes de la tribu, con el fin de garantizar la continuidad y no perder
la memoria. Siguiendo el apropiado protocolo cultural, sólo los ancianos que
cumplieron las leyes se les permiten volver a pintar a los Wandjina.
Para estos
hombres, es algo muy importante.Las pinturas han recibido todo tipo de interpretación:
representación estilizada de seres humanos, e incluso búhos, hasta llegar a la
teoría de los Antiguos Astronautas, según la cual los Wandjina podrían ser
antiguos viajeros no terrestres que descendieron sobre la Tierra en las brumas
del tiempo. Muchas personas creen que los extraterrestres han tenido un papel
directo en la creación del mundo y las leyendas aborígenes hablan de
acontecimientos verdaderamente extraordinarios.
Lo que parece ser más interesante es el estilo utilizado por los
aborígenes para representar a estos enigmáticos seres divinos. Los pictogramas
de aspecto natural en Kimberley inmediatamente hacen notar el parecido con la
imagen estereotipada de un alielígena, un “gris” para ser exactos. Precisamente
por esta razón, son muchos los que se preguntan por qué los aborígenes han
pintado a los Wandjina de esta manera: ¿Por qué tienen la piel blanca, si el
artista ha querido representar a otro aborigen de piel negra? ¿Por qué los ojos
siempre se han pintado tan desproporcionados a la cara y la nariz? ¿Y por qué
todos estos seres no tienen boca?
Los pictogramas Wandjina utilizan colores comunes: negro, rojo,
amarillo sobre fondo blanco. Ellos aparecen solos o en grupos, verticalmente u
horizontalmente dependiendo del tamaño de la roca, y pueden ser representados
con figuras y objetos, tales como Ungud, La Serpiente Arcoíris
En torno a los jefes Wandjina hay líneas o bloques de color, que
representa rayos, nubes o lluvia.
El Wandjina puede castigar a aquellos que
violan la ley com inundaciones, rayos y tornados. Los aborígenes siguen
convencidos de que las imágenes poseen estos poderes, por lo que deben ser
abordados y tratados con respeto.
La mitología de los
Unambal
Las imágenes de los Wandjina son muy sorprendentes, pero lo que
es realmente fascinante es la tradición oral que se transmite de generación en
generación. Como se informa en el sitio web de la Fundación Bradshaw, los
aborígenes ven a la Tierra como la gran serpiente Ungut. La Vía Láctea se ve
como otra serpiente, llamada Wallanganda. Estas dos serpientes dieron origen a
la creación al soñar a todas las criaturas que viven en la Tierra, incluyendo
los espíritus ancestrales de los pueblos indígenas, así como los Wandjina
quienes trajeron la lluvia y la fertilidad.
En la mitología aborigen, se dice que los wandjina son los espíritus (o dioses) que vivieron durante el período de la Creación.
Después que los Wandjinas fueron creados, bajaron a la Tierra
desde el cielo en el Tiempo de los Sueños, y viajaron por toda la región,
deambulando por la zona.
Según el artista Mowanjum Mabel King, durante el Lai Lai (el
Tiempo de la Creación o de los Sueños), Wallungunder, el “Gran Jefe” Wandjina,
vino de la Vía Láctea para crear la Tierra y todos sus habitantes.
En general las figuras Wandjina que se han encontrado están
conectados con el cielo por la mayoría de las tribus indígenas. Los aborígenes
australianos creen que hace mucho, mucho tiempo atrás, la Tierra era blanda y
no tenía forma. Las características del paisaje fueron creados como resultado
de los actos de los Wandjina. Fueron ellos los que hicieron la lluvia y excavaron
los ríos y pozos de agua, quienes construyeron las montañas y las llanuras
niveladas. En momentos en que las piedras eran todavía “flexibles”, ellos
construyeron “casas” de piedra.
Ellos también hicieron a los seres humanos. Estos primeros
habitantes fueron los Gyorn Gyorn. Cuentan los aborigenes que el Gyorn Gyorn no
tenía leyes ni parientes y Wallungunder, el Gran Jefe de los dioses Wandjina,
vio que podía hacer el bien con esta gente, por lo que regresó a la Vía Láctea
y trajo muchos otros Wandjinas para que le ayudaran a llevar las leyes y
parientes a la gente Gyorn Gyorn.
Los Wandjinas cazaron, pescaron, y enseñaron a los aborígenes
cómo construir y utilizar ciertas armas, y les dieron leyes y ceremonias,
incluyendo la escarificación de la piel y la circuncisión del pene.
La mitología del Tiempo de los Sueños dice que los Wandjina
surgieron de las nubes, y regresaron en la misma forma. En el mismo sentido,
algunos miembros de la tribu dicen que los Wandjina han regresado al cielo, y
ahora se puede ver en la noche como luces en movimiento sobre la Tierra (¿Ovnis?).
Con la finalización del sus tareas terrenales, desaparecieron en
las rocas y agujeros de aguas sagrados en diferentes partes de la región.
Cuando desaparecieron ellos dejaron imágenes de ellos mismos en las rocas.
Aunque las pinturas se dice que son la representación de los
cuerpos de los Wandjinas muertos, los espíritus de los Wandjinas viven de la
misma manera que los aborígenes creen que los espíritus de los seres humanos
continúan existiendo después de su muerte.
Cuando murieron, se fijaron en las rocas blandas y dejaron la
huella de sus cuerpos en la superficie, estas marcas son las pinturas rupestres
que se pueden ver hoy en día. En el punto exacto donde dejaron su “sombra”, los
Wandjinas descendieron dentro de la Tierra, y desde entonces, han vivido en la
parte inferior de la fuente de agua asociada a cada una de las pinturas.
Los aborígenes, en la región de Kimberley creen que incluso
después de su desaparición, el Wandjina siguió controlando todo lo que sucede
en la tierra como en el cielo y el mar.
Serpientes y Gigantes en
el Tiempo de los Sueños
Los Wandjina no son los únicos seres no-humanos que habitaron
esta región. Cuenta una leyenda de los aborígenes australianos, que una vez se
libró una terrible batalla en Uluru durante el Tiempo de los Sueños, cuando un
pueblo conocido como Los Hombres Serpiente Venenosos, atacó para dar muerte a
los pueblos que habitaban la zona, Los Hombre Serpiente no Venenosos, pero
Bulari, la Diosa madre de la Tierra, logró vencerlos con una nube de gases
letales.
Muchos de los Hombres Serpiente, permanecen encerrados en una
prisión bajo el Uluru, el punto más sagrado de toda Australia, una enorme
colina de granito, más conocido por el nombre de Ayers Rock.
Cuenta la leyenda, que aún se encuentran encerrados en el
interior de la montaña los cuerpos de algunos de los Hombres Serpientes.
Continuando con las leyendas del Tiempo de los Sueños, en otro
tiempo una raza de gigantes vivía en Australia, y su altura alcanzaba en
algunos casos los 5 metros.
En mayo de 1970 fue descubierta una huella de un pie “humano” de
59 centímetros de largo por 18 de ancho. Una impresión en yeso se puede ver en
el Mount York Natural History Museum en Munt, Victoria – Australia.
Hachas de mano, mazas, cuchillos y otras herramientas, cuyo peso
oscila entre los 5 y 16 kilos han sido localizadas en excavaciones en las
Montañas Azules de Nueva Gales del Sur. Estas herramientas sólo pudieron ser
fabricadas y utilizadas por gentes de estatura y fuerza descomunal, seres con
una talla el doble de la de una normal.
Historias de los aborígenes del Tiempo de los Sueños, en el arte
en piedra y pinturas rupestres han sido a menudo considerado más un mito que
realidad, al igual que las historias que encontramos en las enseñanzas de las
religiones de hoy en día. Sin embargo, recientes descubrimientos arqueológicos
han confirmado la realidad de al menos algunas de las historias del Tiempo de
los Sueños.
Por ejemplo, aquellos que hablaban de enormes mamíferos que
caminaron sobre la Tierra alguna vez fueron considerados fantasía. Pero los
descubrimientos de fósiles de animales pertenecientes a la ‘mega fauna’,
incluyendo mamíferos gigantes confirmaron que estas historias eran relatos de
hechos reales, que se han pasado de generación en generación durante miles de
años.
Algo interesante y a la vez polémica, son los objetos que se han
encontrado en lugares geográficos que sugieren que el área había sido habitada
ya en 174.000 a.C. Esto contradice la teoría de que los aborígenes tenían sus
inicios en África y que los habitantes viajaron desde África a Australia hace
unos 60.000 años. Otros investigadores han sugerido que el Homo sapiens en
realidad se originó en Australia.
¿Por qué los antiguos aborígenes crearían los así llamados mitos
o historias fantasiosas si eso significa mucho para ellos y sigue siendo tan
importante para su cultura hasta nuestros días? Muchos de los mitos y leyendas
del pasado ya han sido probados por los hallazgos arqueológicos, como la
leyenda de la ciudad de Troya, el laberinto del Minotauro, las leyendas nórdicas
de los cristales de navegación y muchos más.
Cómo enseña la teoría del Culto de la Carga, ¿podría ser que los
aborígenes de esa antigua época no eran capaces de comprender los
acontecimientos que vieron, interpretándolos como algo sobrenatural? Tal vez
algún día descubramos las respuestas a estas intrigantes preguntas