La teoría, llamada “reducción
objetiva orquestada” (comúnmente conocida como “Orch OR”), corrobora la teoría, y sugiere que los ritmos del electroencefalogramas
"EEG" también se derivan de las vibraciones de los microtúbulos a un
nivel más profundo.
El científico Anirban Bandyopadhyay, PhD, del Instituto Nacional
de Ciencias de los Materiales en Tsukuba, Japón (Ahora en el MIT). Este
científico lo confirma y afirma la existencia de la "CONCIENCIA" ya
que esta se ancla, en los microtubulos del citoesqueleto
Las vibraciones cuánticas en las neuronas darían lugar a la
conciencia Pese a que conocemos regiones muy alejadas del universo visible o
parte de la zoología que compone la extrema microscopicidad de las partículas
elementales, la consciencia sigue siendo un misterio para nosotros.
No sabemos por qué somos conscientes de nosotros mismos, de que
estamos vivos, de que en el fondo siempre estamos solos y de que un día
moriremos.
La consciencia refleja nuestro lugar en el Universo.
Quizás para algunos la consciencia sea algo obvio porque lo
experimentan todos los días, pero en realidad es absolutamente asombroso que
algo así exista.
Vibraciones cuánticas en las neuronas darían lugar a la conciencia.
Una revisión y actualización de una controvertida teoría de la
conciencia de hace 20 años, afirma que la conciencia se deriva del nivel más
profundo de las actividades de escala más fina dentro de las neuronas del
cerebro.
De acuerdo con los autores de la revisión, Stuart Hameroff y Sir
Roger Penrose, el descubrimiento corrobora esta teoría.
Los autores sugieren que los ritmos de la electroencefalografía
(EEG) (ondas cerebrales) también se derivan de vibraciones a nivel profundo de
los microtúbulos, y que desde un punto de vista práctico, el tratamiento de las
vibraciones de los microtúbulos del cerebro podría traer beneficios en una gran
cantidad de trastornos mentales, neurológicos y cognitivos.
Una revisión y actualización de la teoría ORCH OR sobre la
conciencia, afirma que las vibraciones cuánticas en “microtúbulos”, dentro de
las neuronas del cerebro, dan lugar a la conciencia.
Esto tiene repercusiones prácticas, ya que en el futuro podrían
desarrollarse tratamientos para la enfermedad de Alzheimer y otros trastornos
mentales, neurológicos y cognitivos.
La teoría, llamada “reducción objetiva orquestada” (comúnmente
conocida como “Orch OR”), la presentaron por primera vez, a mediados de la
década de 1990, el eminente físico matemático Sir Roger Penrose, FRS, del
Mathematical Institute y el Wadham College de la Universidad de Oxford, y el
prominente anestesiólogo Stuart Hameroff del Anesthesiology, Psychology and
Center for Consciousness Studies, de la Universidad de Arizona, Tucson.
A la sazón sugirieron que los cálculos de vibración cuántica en
los microtúbulos fueron “orquestados” (‘Orch’, por su abreviatura en inglés)
por las entradas sinápticas y la memoria almacenada en los microtúbulos, y
terminados por Penrose con su “reducción objetiva” (‘OR’, por su siglas en
inglés), por lo tanto “Orch OR”. Los microtúbulos son los componentes
principales del esqueleto estructural de las células.
La teoría Orch OR fue criticada duramente desde sus inicios, ya
que el cerebro se consideró demasiado “caliente, húmedo y ruidoso” para dar
lugar a los delicados procesos cuánticos.
Sin embargo, la evidencia ha demostrado coherencia cuántica
cálida en la fotosíntesis de las plantas, la navegación de los pájaros por
medio del cerebro, nuestro sentido del olfato, y los microtúbulos del cerebro.
El reciente descubrimiento de vibraciones cuánticas cálidas en
los microtúbulos dentro de las neuronas del cerebro, por el grupo de
investigación dirigido por Anirban Bandyopadhyay, PhD, del Instituto Nacional
de Ciencias de los Materiales en Tsukuba, Japón (y ahora en el MIT), corrobora
la teoría, y sugiere que los ritmos EEG también se derivan de las vibraciones
de los microtúbulos a un nivel más profundo.
Además, el trabajo sugiere que la anestesia, que selectivamente
anula la conciencia sin afectar las actividades cerebrales no conscientes,
actúa a través de los microtúbulos en las neuronas del cerebro.
“El origen de la conciencia refleja nuestro lugar en el
universo, la naturaleza de nuestra existencia.
¿La conciencia evolucionó a partir de cálculos complejos entre
las neuronas del cerebro, como lo afirman la mayoría de los científicos?
¿O la conciencia, en cierto sentido, ha estado aquí todo el
tiempo, como lo mantienen los enfoques espirituales?” se preguntan Hameroff y
Penrose en su trabajo.
“Esto abre una potencial caja de Pandora, pero nuestra teoría
acomoda ambos puntos de vista, lo que sugiere que la conciencia se deriva de
las vibraciones cuánticas en los microtúbulos, polímeros proteínicos dentro de
las neuronas cerebrales, que gobiernan tanto la función neuronal, como la
sináptica, y conectan los procesos cerebrales a procesos de auto-organización
en la escala fina, estructura cuántica ‘proto- consciente’ de la realidad”.
¿Qué piensas al respecto?