Una vez escuché decir
a alguien: “La vida son tres días y ya pasaron dos”.
Sí, puede sonar un
poco extremo, pero el punto es que cuando llegas a una determinada edad esta
reflexión ya no te parece tan exagerada, sino más bien, un resumen de lo vivido
hasta el presente.
Y entonces empiezan a
aparecer estos interrogantes que a todos en algún momento nos llegan: ¿A dónde
voy? ¿Por qué no hice…? ¿Por qué no dije…?
Para algunos pocos
puede haber respuesta, pero la gran mayoría se encontrará buscando en la
memoria y en el historial de sus vidas una explicación para todo eso que podría
haber sido y no fue.
Y créanlo o no, el
arrepentimiento por todo eso que nos hubiera gustado hacer y no concretamos
nunca por diversos motivos empieza a hacer mella y el lamento rápidamente puede
convertirse en depresión.
El paso del tiempo no
sólo supone que algunas oportunidades se dejaron escapar, sino que ya el físico
no nos acompaña para realizar determinadas tareas para las que es necesario
tener una condición física acorde.
Por eso, hoy que
todavía eres joven o que aunque no lo seas tanto, tu cuerpo responde a tus
exigencias, reflexiona y analiza sobre esta lista de cosas, hecha por aquellos
que se formularon muchos interrogantes cuando ya no había retorno.
1. No haber conocido
otros lugares: Trabajamos, ahorramos y cuando llega el momento de disfrutar, el
dinero se nos va en otras prioridades. Aunque te digas que Las Pirámides de
Egipto siempre estarán ahí, no lo dejes pasar. ¡Hazlo ahora que puedes!
2. No haber aprendido
otro idioma: Siempre tarareabas esa canción que te encantaba pero nunca supiste
qué decía la letra. ¿Por qué no empezar esta misma semana con el curso del
idioma que siempre quisiste hablar? Nunca es tarde para aprender algo nuevo.
3. Terminar con una
mala relación: Cuando se habla de “relación” no siempre nos referimos a una
relación de pareja, sino también a amistades que no nos dejan nada bueno y que
sólo amargan nuestra vida. ¡Libérate hoy mismo de gente tóxica!
4. No haber usado
protector solar: Un error propio de la juventud. El sol es vida, luz y calor… y
claro que sí; pero también es arrugas, manchas en la piel y otras
complicaciones más serias. ¡Protégete!
5. Ir a conciertos de
tus músicos preferidos: ¡Para ellos también pasa el tiempo! Cuando se presente
la ocasión, sé el primero en comprar las entradas para un concierto de ese
artista que te apasiona.
6. Tener miedo
excesivo: El miedo paraliza. Y es así: nada se habría logrado si algún
valiente, osado y audaz no se hubiera atrevido a algo que podía parecer muy
arriesgado o loco. ¡Anímate!
7. Adecuarse al rol
de su género: Tal vez uno de los mandatos familiares más arraigados en muchos
de nosotros. Cosas para hombres… cosas para mujeres… ¡Libérate de los
estereotipos y haz lo que te plazca!
8. Permanecer por
años en un trabajo que detestas: No perdemos de vista que muchas veces no hay
alternativa. Hay que vivir y pagar cuentas para vivir. Pero si tu oportunidad
de dejar ese lugar que no te motiva y en donde no te valoran aparece, no lo pienses
dos veces. Cuando algo termina, siempre algo nuevo empieza y que hasta puede
ser mejor.
9. Miedo a decir “Te
amo”: Quedarse esperando a que el ser amado dé el primer paso puede ser el peor
error de nuestras vidas. No dejes que el tiempo pase para ver cómo esa persona
se aleja para nunca más volver. Toma la iniciativa y guarda la tranquilidad de
haber hecho todo por conseguir ese amor. ¿Y si al otro le está pasando lo
mismo? ¡Piénsalo!
10. Preocuparse
demasiado por lo que piensen los demás: Esto es algo a lo que casi nadie escapa
y que cada individuo debe resolver por sí mismo. Los demás nunca dejarán de
opinar sobre cosas de las que por lo general, no saben nada. Nadie te conoce
mejor que tú mismo. “A palabras necias, oídos sordos”. Concéntrate en tus
objetivos porque nadie puede vivir tu vida.
11: No haber
agradecido lo recibido: Todo pasa por una razón y cada situación que atraviesa
nuestras vidas o cada persona que cruza nuestro camino nos deja algo en qué
pensar. Agradece cada cosa que te llega porque todo eso ha forjado la persona
que eres.
12: Compadecerte
eternamente: Por mucho que nos esforcemos no somos el ombligo del mundo. Cuanto
antes entiendas y asumas esto, podrás disfrutar de las cosas que te tiene
reservadas el destino.
13: Haber sido rencoroso:
El rencor sólo nos hace perder oportunidades. Pensar en el daño que nos hizo
alguien que tal vez ya ni siquiera se acuerde de nosotros es inútil y envenena
el alma. No te restes energía para cosas importantes aferrándote a situaciones
del pasado. Déjalo ir.
14: No haber
preguntado más cosas a tus abuelos antes de perderlos: ¿Quién no recuerda
anécdotas o cosas que decían nuestros abuelos? Un día lamentamos no haber
pasado más tiempo con ellos escuchan do sus historias y recibiendo sus
consejos. Disfrútalos antes de que se vayan.
15: No haber jugado
más con tus hijos: La vida agitada, las preocupaciones, los conflictos
financieros… todo conspira para restarle tiempo a nuestros hijos. No dejemos
que el tiempo vuele para de pronto ver cómo abandonan el nido o se convierten
en extraños.
Recuerda: Haz lo que
quieras hacer, antes de que se convierta en lo que te "gustaría"
haber hecho.