De vez en cuando tratamos de detener el
flujo incesante de pensamientos, diciéndonos a nosotros mismos que simplemente
tenemos que dejar de pensar.
«Depende de cómo se defina el
pensamiento», subrayó Michael Halassa,
profesor asistente en el departamento de ciencias cerebrales y cognitivas del
Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT). «Un pensamiento, que es
resultado del disparo químico entre células cerebrales, puede ocurrir tanto a
nivel consciente como inconsciente», añadió.
«El tipo de pensamiento del que
somos conscientes, como los pensamientos interminables que aparecen cuando
tratamos de dormir, puede, en teoría, ser silenciado. Probablemente de eso se
trata la meditación», declaró
Halassa.
«No sé si [dejar de pensar por
completo] es teóricamente posible y, si es así, creo que sería increíblemente
difícil de evaluar», explicó
Julia Kam, científica cognitiva del Knight Lab de la Universidad de California
Berkeley. «Pero está claro que los meditadores están mucho más sintonizados
con sus pensamientos», dijo Kam a Live Science.
«Hay una diferencia entre tener
un pensamiento y ser consciente de que estás teniendo un pensamiento», comentó. «Si le preguntas a alguien en qué
están pensando y responden con un nada, simplemente podrían no estar dándose
cuenta de que están teniendo pensamientos», señaló
Kam.
Si ves una cara familiar en una multitud y crees que la conoces,
es posible que no sepas de inmediato de qué la conoces. Pero tal vez horas
después, de repente lo recordarás. Ese es el resultado del pensamiento cerebral
en el fondo, informó Halassa.
Kam está de acuerdo en que la forma de definir pensar cambia la
respuesta a la pregunta. «Si te refieres a pensar como un diálogo interno con nosotros mismos,
entonces sí, podemos dejar de tener ese diálogo interno», dijo
Kam. Pero si pensar significa no centrar la atención en algo en
particular, «creo que
eso sería mucho más difícil para alguien lego [en la materia]».
Incluso leyendo ese artículo, pensar sería enviar mensajes a
través de una cadena de neuronas en el cerebro. Si de alguna manera logramos
evitar pensar conscientemente o conseguir un estado mental en blanco a través
de la meditación, el cerebro no se desconectará. Seguirá teniendo pensamientos,
simplemente no nos daremos cuenta de ellos.