A
diario consumimos contenido en la televisión o en Internet de carácter ficticio
que nos muestra a hadas, dragones, vampiros, sirenas, la Medusa y demás seres
humanoides que tienen habilidades que los seres humanos no tienen, aunque
presentan una similitud en su anatomía con las personas. Sin embargo, siempre
nos han inculcado, desde pequeños, que esos seres realmente no existen.
Pero,
¿nos dicen la verdad? ¿Qué tal si les digo que sí existieron? ¿Qué tal hemos
sido engañados toda la vida?
Los
seres sobrenaturales siempre han sido puestos ante nosotros como objetos origen
de la imaginación de una persona muy creativa, pero, ¿se han preguntado por qué
esos temas nunca se agotan en realidad, siempre se sigue volviendo a ellos una
y otra vez? Quizás es porque forman parte de una tradición en la que estos
seres sí existieron y todo lo que conocemos sobre ellos ha sido inspirado en la
realidad.
Sin
embargo, la confirmación de la existencia de estos seres supondría un atentado,
no solo a la religión, sino a toda la comunidad científica que durante años se
ha esforzado por evitar que temas como estos salgan a la luz como material
verídico. Al ver a cuantas personas perjudica este tipo de temas, no es de
extrañar que hicieran todo lo posible para evitar que estas pruebas salieran a
la luz pública.
A
pesar de todos los intentos de todas las comunidades a las que perjudica este
tipo de revelaciones por evitar que salgan a luz las pruebas de la confirmación
de que seres sobrenaturales existieron o existen aún sobre la tierra, hay un
lugar que, sin importar el riesgo que esto implique, ha puesto en exhibición un
montón de artículos que muestran la verdad acerca de los seres no-humanos que
habitan en la tierra.
El
Museo de Merrylin no solo propuso saltar todas las reglas impuestas por las
comunidades superiores que actualmente dominan al mundo, sino que exhibió las
pruebas irrefutables de que en nuestro mundo existen un sinfín de misterios que
no hemos podido descubrir gracias al desdén y el desinterés de muchas personas.
Criaturas de carácter mitológico se pusieron a la vista del ojo público.