«El diseño inteligente (DI) es un argumento pseudocientífico a
favor de la existencia de Dios, presentado por sus defensores como “una teoría científica basada en la evidencia sobre los
orígenes de la vida”. Sus partidarios afirman que “ciertas características del
universo y de los seres vivos se explican mejor por una causa inteligente, no
por un proceso ciego como la selección natural”. El DI es una forma de
creacionismo que carece de respaldo empírico y no ofrece hipótesis verificables
o sustentables, por lo que no es ciencia.» (Wikipedia.)
Pero
observemos que cuando los creyentes en algún dios diseñador y creador del
universo esgrimen el pseudo-argumento del “Diseño inteligente”, se enfocan sólo
en “ciertas características del universo y de los seres vivos”; sólo en
aquellas características que parecen reforzar sus creencias. Y esta es
obviamente una actitud selectiva muy deshonesta, igual que la que utilizan para
elegir sólo aquellos versículos de la Biblia que a ellos les resultan
favorables.
Esto es
lo que inglés se conoce como “cherry picking”, que literalmente significa
“cosecha de cereza”, un proceso que implica la selección sólo de las frutas que
se consideran buenas. Por eso en español, el “cherry picking” se traduce como
“seleccionar lo mejor de algo”, o también, como “seleccionar algo a la medida”.
Aplicado a la argumentación lógica, se trata de una falacia que consiste en
«citar casos individuales o datos que parecen confirmar la verdad de una cierta
posición o proposición», pero ignorando la «cantidad de evidencias de casos
relacionados o información que puede contradecir la proposición.» Se identifica
como «un tipo de falacia de atención selectiva, cuyo ejemplo más común es el
sesgo de confirmación.» (Wikipedia.)
¿Cuál
es el problema? – Bueno, pues que aunque es «posible que esta falacia se
realice sin una intención real de engañar», también es posible, y además
demasiado probable, que se utilice precisamente con la intención de engañar. Y
seríamos demasiado ingenuos si pensáramos que los líderes religiosos tienen
excelentes intenciones hacia los demás.
Pero
peor aún es que ese enfoque erróneo y sesgado del universo quiera imponerse por
intereses mezquinos en las aulas de las escuelas, como si se tratara de un
acreditado conocimiento científico, valiéndose para ello del apoyo de políticos
inescrupulosos a quienes lo único que les interesa es obtener más votos.
Con
relación a la imagen: se trata de un tumor que surgió en el cuerpo de alguien,
y que de inmediato se dedicó a crear vasos sanguíneos que le permitieran
proveerse de nutrientes para seguir creciendo. Y por supuesto, su crecimiento
tiene como “finalidad” la aniquilación del organismo que por ahora le da vida.
¿Por qué los creyentes no ven en esto una actitud intencional e inteligente de
un Ser Superior que diseñó este mecanismo, no sólo para quitarle la vida a
alguien, sino también para hacerlo sufrir?
Godless
Freeman.