Una de las mayores críticas al
cristianismo se da entre los judíos no mesiánicos: ellos no creen en Jesús y
tienen un porqué. Los judíos mesiánicos no son considerados judíos por el resto
de los judíos (1).
Por parte de nosotros los
ateos, resulta muy sospechoso que Jesús, con sus poderes sobrenaturales, no
haya convencido a todos los judíos de creer en él. Quizá muchos cristianos
dirían que el creer o no creer en Jesús depende del libre albedrío, lo cual es falso.
Si intento saber la verdad
acerca de la existencia de Dios vuelve a ocurrir lo mismo. No tengo la opción
de creer en Dios o no creer y entonces decido, con mi voluntad libre, que voy a
creer. Y si hablamos de ser de derechas o de izquierdas, o nacionalista o
no-nacionalista, etc., ocurre exactamente lo mismo. Si el lector cree que no
tengo razón y cree que él sí puede elegir sus creencias, le desafío a que
cambie sus creencias con su voluntad, a que elija otra cosa. Si por ejemplo es
creyente, le desafío a que cambie sus creencias y se convierta en ateo; o si es
de izquierdas le desafío a que cambie sus creencias y pase a tener las
creencias de la derecha… Sencillamente no se puede. Bifurcaciones ilusorias
(2)".
- Entonces, ¿por qué los judíos
no creen en Jesús?
A continuación, veremos lo que
nos dice una página judía (3) acerca de porqué los judíos no creen en Jesús,
veamos:
"- ¿Por qué los judíos no
creen en Jesús?
Durante (más de) 2.000 años,
los judíos han rechazado el cristianismo. ¿Por qué?
Es importante entender por qué
los judíos no creen en Jesús. El propósito no es despreciar otras religiones,
sino plantear y clarificar la posición judía. Cuanta más información haya para
escoger, la gente podrá tomar mejores decisiones acerca de sus vidas espirituales.
Los judíos no aceptan a Jesús
como su Mesías porque:
1. Jesús no cumplió las
profecías mesiánicas.
2. El cristianismo contradice
la teología judía.
3. Jesús no cumplió con los
requisitos de Mesías.
4. Los versículos bíblicos
referentes a "Jesús" son traducciones incorrectas.
5. La creencia judía se basa en
una revelación nacional.
- 1. Jesús no cumplió las
profecías mesiánicas.
¿Qué es lo que el Mesías tiene
que lograr?
La Biblia dice que debe:
Construir el Tercer Templo
(Ezequiel 37:26-28).
Reunir a todos los judíos de
regreso en la Tierra de Israel (Isaías 43:5-6).
Traer una era de paz mundial,
acabar con el odio, la opresión, el sufrimiento y la enfermedad. Como está
escrito: "Una nación no levantará espada contra otra nación; y tampoco los
hombres estudiarán más cómo hacer guerra"(ver Isaías 2:4).
Esparcir un conocimiento
universal sobre el Dios de Israel, uniendo a toda la raza humana como una. Como
está escrito: "Dios será Rey sobre todo el mundo; ese día, Dios será Uno y
Su Nombre será Uno" (Zacarías 14:9).
El hecho histórico es que Jesús
no cumplió con ninguna de estas profecías mesiánicas.
- 2. El cristianismo contradice
la teología judía.
¿Dios como tres?
La idea cristiana de la
trinidad divide a Dios en tres entes separados: El Padre, el Hijo y el Espíritu
Santo (Mateo 28:19).
Esto contradice al Shemá, la
base de la creencia judía: "Escucha Israel, el Señor es nuestro Dios, el
Señor es UNO" (Deuteronomio 6:4). Los judíos declaran la unicidad de Dios
cada día, escribiéndola en los marcos de sus puertas —las mezuzot—, y atándola
a sus brazos y a sus cabezas —los Tefilin—. Esta aseveración de la unicidad de
Dios son las primeras palabras que se le enseñan a un niño judío, y las últimas
palabras que se dicen antes de morir.
En la ley judía, el adorar a
una trinidad divina es considerado idolatría, uno de los pecados cardinales por
los cuales un judío debe dar la vida antes de transgredirlo. Esto explica por
qué durante las inquisiciones y durante toda nuestra historia, los judíos han
preferido dar sus vidas antes que convertirse.
¿El hombre como Dios?
Los cristianos creen que Dios
vino a la tierra tomando la forma de un hombre, como Jesús dijo: "Yo y el
Padre somos uno" (Juan 10:30).
Maimónides dedica la mayoría de
su libro "La Guía de los Perplejos" a la idea fundamental de que Dios
carece de cuerpo, es decir de una forma física. Dios es Eterno, está por encima
del tiempo. Es Infinito, más allá del espacio. No pudo haber nacido y no puede
morir. Decir que Dios asume una forma humana hace a Dios pequeño, destruyendo
Su Unicidad y Divinidad, como dice la Torá: "Dios no es un mortal"
(Números 23; 19).
El judaísmo dice que el Mesías
va a nacer de padres humanos, con atributos físicos como cualquier otra
persona. No va a ser un semi-dios, y no va a poseer características
sobrenaturales. De hecho, un individuo vive en cada generación con la capacidad
de tomar el papel de Mesías (ver Maimónides, Leyes de Reyes 11:3).
¿Intermediario para el rezo?
Una idea básica del
cristianismo es que el rezo debe ser dirigido a través de un intermediario —por
ejemplo, confesar los pecados a un cura—. Jesús mismo es un intermediario, como
él mismo dijo: "Ningún hombre se acerca al Padre sino a través mío".
En el judaísmo, el rezo es una
cuestión totalmente privada, entre cada individuo y Dios. Como la Biblia dice:
"Dios está cercano a todo aquel que lo llame verdaderamente" (Salmos
145: 18). Más aún, los Diez Mandamientos dicen: "No debes tener otros
dioses delante de Mí", es decir que está prohibido poner un mediador entre
Dios y el hombre. (Ver Maimónides, Leyes de idolatría Cáp. 1).
Participación en el mundo
físico.
El cristianismo comúnmente
trata al mundo físico como algo malo que debe ser evitado. María, la mujer
cristiana más sagrada es retratada como una virgen. Entre los curas y las
monjas son célibes. Los monasterios están en lugares remotos y alejados.
Por el contrario, el judaísmo
cree que Dios creó el mundo físico para nuestro beneficio, no para frustrarnos.
La espiritualidad judía se obtiene mediante la utilización del mundo físico de
manera tal que lo eleva. Las relaciones íntimas en un contexto adecuado es uno
de los actos más sagrados que una persona puede realizar.
El Talmud dice que si una
persona tiene la oportunidad de probar una fruta nueva y se rehúsa a hacerlo,
tendrá que rendir cuentas de ello en el mundo venidero. Asimismo, las escuelas
rabínicas judías enseñan cómo actuar correctamente en el ámbito comercial. Los
judíos no se retiran de la vida, la elevan.
- 3. Jesús no cumplió con los
requisitos de mesías
Mesías como profeta.
Jesús no fue un profeta. La
profecía sólo puede existir cuando la tierra está habitada por una mayoría de
judíos. Durante el tiempo de Ezrá (C. año 300 a.e.c.) la mayoría de los judíos
se rehusaron a desplazarse de Babilonia hacia Israel, por ende la profecía
terminó con la muerte de los últimos profetas: Jagai, Zacarías y Malají.
Jesús apareció en la escena
aproximadamente 350 años después de terminada la época de los profetas.
Descendiente de David.
El Mesías debe ser descendiente
del rey David por el lado paterno (Ver Génesis 49:10 e Isaías 11:1). De acuerdo
al cristianismo que dice que Jesús fue producto del nacimiento de una virgen,
él no tuvo un padre, y por ende no pudo haber tenido la posibilidad de cumplir
la profecía mesiánica de ser descendiente del rey David por el lado paterno.
Observancia de la Torá.
El Mesías va hacer que el
pueblo judío cumpla con todas las leyes de la Torá. La Torá plantea que todas
las mitzvot permanecerán obligatorias para siempre y que cualquiera que venga a
cambiar la Torá es inmediatamente identificado como un falso profeta
(Deuteronomio 13; 1-4).
A lo largo del nuevo testamento
Jesús contradice a la Torá y dice que seis mandamientos ya no son aplicables
(Juan 1:45 y 9:16, Hechos 3:22 y 7:37).
- 4. Los versículos bíblicos
referentes a "Jesús" son traducciones incorrectas.
Los versículos bíblicos sólo
pueden ser entendidos al estudiar el texto en su idioma original, lo que revela
muchas discrepancias con la traducción cristiana.
Una virgen dio a luz.
La idea cristiana de que una
virgen dio a luz ha derivado de un versículo en Isaías que describe a una
"almá" dando a luz. La palabra hebrea "almá" siempre ha
significado "una mujer joven", pero los teólogos cristianos vinieron
siglos después a traducirla como "virgen". Esto está de acuerdo con
la idea pagana de que los mortales son absorbidos por dioses.
Crucifixión.
El versículo en Salmos 22:17
dice: "Como un león ellos están en mis manos y pies". La palabra
hebrea ke-arí (como un león) es gramaticalmente similar a la palabra
"clavado". Sin embargo, el cristianismo lee el versículo como una
referencia a la crucifixión: "Ellos perforaron mis manos y pies".
Un sirviente que sufre.
Los cristianos declaran que en
el libro de Isaías, capítulo 53, el texto se refiere a Jesús. Pero en realidad,
el profeta Isaías en el capítulo 53 de su libro continúa directamente el tema
del capítulo 52 describiendo el exilio y la redención del pueblo judío. Las
profecías están escritas en el singular puesto que los judíos ("Israel")
son considerados como una unidad. La Torá está llena de ejemplos del pueblo
judío considerado con un pronombre singular.
Irónicamente las profecías de
persecución de Isaías se refieren en parte al siglo XI cuando los judíos fueron
torturados y matados por las cruzadas que actuaron en nombre de Jesús.
¿De dónde surgieron estas
traducciones erróneas? San Gregorio, el Arzobispo de Nacianzo del siglo IV
escribió: "Un poquito de jerga es todo lo que se necesita para imponerse
sobre la gente. Cuanto menos comprendan, más admirarán".
- 5. La creencia judía se basa
en una revelación nacional
De las 15.000 religiones que existieron en la historia de la humanidad sólo el
judaísmo basa sus creencias en una revelación nacional, es decir: Dios
hablándole a todo el pueblo. Si Dios va a comenzar una religión, tiene sentido
que se lo diga a todos y no sólo a una persona.
El judaísmo, único entre la
mayoría de las religiones principales del mundo, no basa sus creencias en
"declaraciones de milagros" para establecer su religión. De hecho la
Biblia dice que Dios algunas veces garantiza el poder de hacer
"milagros" a los charlatanes, para poder probar la lealtad de los
judíos hacia la Torá. (Deuteronomio. 13:4).
Maimónides dice (Fundamentos de
la Torá Cáp. 8):
Los judíos no creyeron en
Moshé, nuestro maestro, por los milagros que realizó. Cuando la creencia de una
persona está basada en ver milagros, tiene dudas persistentes, porque es
posible que los milagros fueran hechos a través de la magia o la brujería.
Todos los milagros realizados por Moshé en el desierto ocurrieron porque fueron
necesarios, y no como prueba de su profecía.
¿Cuál fue entonces la base de
la creencia judía? La revelación en el Monte Sinai, que vimos con nuestros
propios ojos y escuchamos con nuestros oídos, sin depender del testimonio de
otros. Como está escrito: "Cara a cara, Dios habló contigo...". La
Torá también cita: "Dios no hizo este pacto con nuestros padres, sino con
nosotros - que estamos todos vivos hoy". (Deuteronomio 5:3).
El judaísmo no está basado en
"milagros". Es la experiencia personal de cada hombre, mujer y niño.
Judíos y gentiles.
El judaísmo no demanda que
todos se conviertan a la religión judía. La Torá de Moshé es la verdad para la
humanidad, sea la persona un judío o no. El rey Salomón le pidió a Dios
contestar los rezos de los no-judíos que iban al Templo Sagrado (Reyes I
8:41-43). El profeta Isaías se refiere al Templo como la "Casa para las
naciones". El servicio en el Templo durante Sucot presentaba 70 sacrificios
animales correspondientes a las 70 naciones del mundo. (De hecho, el Talmud
dice que si los romanos se hubieran dado cuenta del beneficio que obtenían del
Templo, nunca lo hubieran destruido).
Los judíos nunca han buscado
convertir a la gente, puesto que la Torá prescribe un camino adecuado para los
gentiles, llamado las "Siete leyes de Noaj". Maimónides explica que
cualquier ser humano, que con fe observa estas leyes morales básicas, gana un
lugar propio en el cielo.
Trayendo al Mesías.
Maimónides declara que la popularidad
del cristianismo (y del Islam) es parte del plan de Dios de extender las ideas
de la Torá a todo el mundo. Esto mueve a la sociedad hacia un estado perfecto
de moralidad, y hacia una mayor comprensión de Dios. Todo esto en preparación
para la era mesiánica.
Por cierto, el mundo está
desesperadamente necesitado de la redención mesiánica. La guerra y la
contaminación ambiental amenazan nuestro planeta; el ego y la confusión
erosionan nuestra vida familiar. Hasta donde estemos conscientes de los problemas
sociales, es el determinante de nuestro anhelo por la redención. Como dice el
Talmud, una de las primeras preguntas que se le hace a un judío en su juicio
celestial es: "¿Has anhelado la llegada del Mesías?".
¿Cómo podemos apresurar la
llegada del Mesías? La mejor manera es amar generosamente a toda la humanidad,
cuidar las mitzvot de la Torá (como mejor podamos), y animar a los demás a que
también lo hagan.
A pesar de la penumbra, el
mundo está encaminado hacia la redención. Un signo evidente es que los judíos
han regresado a la Tierra de Israel y la han hecho florecer nuevamente.
Además, hay un gran movimiento
de jóvenes judíos regresando a las tradiciones de la Torá.
El Mesías puede venir en
cualquier momento, y todo depende de nuestras acciones. Dios estará listo
cuando nosotros lo estemos. Como dijo el rey David: "La redención llegará
hoy, si escuchas Su voz" (3).