Hay una frase
del segundo vicepresidente de los Estados Unidos, Jhon Adams, que dice que hay
dos formas de conquistar o esclavizar una nación: una es con la espada y la
otra, con la deuda. Existe una estrategia política por parte de los
Estados Unidos para intervenir y someter a los países subdesarrollados como el
nuestro, a través de préstamos cuantiosos, que curiosamente solo benefician a
las empresas estadounidenses y a un grupo minúsculo de gente adinerada del país.
Esa deuda con el tiempo se vuelve impagable ¿Qué sucede luego? Una vez que han
“enganchado” al país con la deuda, los Estados Unidos obliga a que lleguemos a
acuerdos para pagarla, ya sea vendiendo petróleo a precios ínfimos, algunas
veces instalan fuerzas militares en el país, manipulan los impuestos del país,
manipulan la educación y coordinan sus límites (aprender a aprender) y tantos
métodos que tienen esos “sicarios” económicos. Por ello no vale cualquier
protesta de algunos rebeldes nativos contra sus gobiernos. Los gobiernos deben
y deben pagar con las condiciones acordadas.