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La mujer, la religión y la menstruación

Las principales religiones Abrahamicas que son monoteístas, patriarcales, machistas y con una  buena dosis de misoginia. En ellas la visión de dios es la de un macho.
Desde el principio Yahvéh “crea” primero al hombre, después “crea” todo lo demás y al final decide extraer a la mujer del cuerpo del hombre. Sobre el sexo, esto parece ser atributo de la mujer y no del hombre, ella es más emocional y menos racional, ella está guiada por sus deseos y pasiones, por eso cae ante el engaño de la serpiente.

Quizás la culpa de que la mujer sea vista como algo raro es producto de que menstrua. Al hombre primitivo le debía resultaba extraño que la mujer pudiera sangrar abundantemente y no muriera, pero si le pasaba lo mismo a un hombre, este muriera irremisiblemente.
El que sangrara llevo a que fuera considerada “impura”,  pero una impureza que podía contaminar a los otros. Esta idea es común en la mayoría de los pueblos primitivos, en algunos la mujer era separada del resto de la tribu, no podía cocinar, no podía hablar ni conversar con sus vecinos, etc. En la China antigua la sangre menstrual no podía tocar el suelo para no enojar al espíritu de la tierra.
En la Edad Media pensaban que la sangre menstrual podía:
Hace caer las frutas, sus emanaciones ahuyentan monstruos y espíritus
Arruina las cosechas y devasta los jardines
Mata los gérmenes y las abejas
Avinagra el vino
Agria la leche y las cremas
Corta la mayonesa
Corrompe la carne
Hecha a perder el jamón
Ennegrece el azúcar
Impide la fermentación de la sidra
Posee poderes maléficos
Provoca la ruptura de los objetos frágiles
Hace saltar las cuerdas de arpas y violines
Debilita al varón
Si mantiene relaciones en esa fecha vuelve impotente al varón
Las culturas anglosajonas llaman a la menstruación: "the curse"  que significa “la maldición”.
El Antiguo Testamento obviamente refleja estas ideas primitivas, por ejemplo:
"Cuando una mujer tiene su flujo regular de sangre, la impureza de su período mensual durará siete días, y aquello que toque estará impuro hasta la tarde. Cualquier cosa sobre la que se acueste durante su período será impura, y sobre la que se siente. Quien toque su cama deberá lavar sus ropas y bañarse con agua, y estará impuro hasta la tarde. Quien toque algo sobre lo que ella se haya sentado deberá lavar su ropa y bañarse con agua, y estará impuro hasta la tarde. Ya sea la cama o algo en lo que ella se haya sentado, cuando alguien lo toque, estará impuro hasta la tarde." Lev. 15:19-23.
El machismo quedo claro en el nuevo testamente con el apóstol Pablo:
"Ahora bien, quiero que entiendan que Cristo es cabeza de todo hombre, mientras que el hombre es cabeza de la mujer y Dios es cabeza de Cristo." I Cor 11:3
"Todo hombre que ora o profetiza con la cabeza cubierta deshonra al que es su cabeza. (I Cor 11:4) En cambio, toda mujer que ora o profetiza con la cabeza descubierta deshonra al que es su cabeza; es como si estuviera rasurada. (I Cor 11:5) El hombre no debe cubrirse la cabeza, ya que él es imagen y gloria de Dios, mientras que la mujer es gloria del hombre. (I Cor 11:7) De hecho, el hombre no procede de la mujer sino la mujer del hombre; (I Cor 11:8) ni tampoco fue creado el hombre a causa de la mujer, sino la mujer a causa del hombre. (I Cor 11:9) Por esta razón, y a causa de los ángeles, la mujer debe llevar sobre la cabeza señal de autoridad. (I Cor 11:10) ¿No les enseña el mismo orden natural de las cosas que es una vergüenza para el hombre dejarse crecer el cabello, (I Cor 11:14) mientras que es una gloria para la mujer llevar cabello largo? Es que a ella se le ha dado su cabellera como velo. (I Cor 11:15) Si alguien insiste en discutir este asunto, tenga en cuenta que nosotros no tenemos otra costumbre, ni tampoco las iglesias de Dios. (I Cor 11:16)"
Y para que decir sobre el matrimonio, aquí el origen de conceptos aplicados aun hoy en día, incluso en la ley civil
"Porque la mujer casada está sujeta por la ley al marido mientras éste vive: pero si el marido muere, ella queda libre de la ley del marido." Romanos 7:2

"Casadas, estad sujetas a vuestros maridos, como conviene en el Señor." Colonenses 3:18 "Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor." Efesios 5:22 "Porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia; y él es el que da la salud al cuerpo. 5:23 "Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo." 5:23 "Cada uno empero de vosotros de por sí, ame también a su mujer como a sí mismo; y la mujer reverencie a su marido." 5:33
Y que decir de esta otra:
"Como en todas las iglesias de los santos, las mujeres cállense en las asambleas; que no les está permitido tomar la palabra, antes bien estén sujetas como también la ley lo dice. Si quieren aprender algo, pregúntenlo a sus maridos en casa: pues es indecoroso que la mujer hable en la asamblea... Si alguien se cree profeta o inspirado por el Espíritu reconozca en lo que escribo un mandato del Señor." I Corintios 14: 33-34
Si bien en los primero años de difusión del cristianismo, la mujer logro cierto trato igualitario, esto comenzó a perderse y volvieron las viejas tradiciones machistas y la misoginia, por ejemplo; en el siglo III las mujeres no podían acercarse al altar si estaba menstruando y para el siglo VII volvió el mito del poder destructor de la sangre menstrual y el parto fue considerado nuevamente una experiencia contaminante.
"Cuando una mujer conciba y dé a luz un niño, quedará impura durante siete días, como lo es en el tiempo de su menstruación. (...) La madre deberá permanecer treinta y tres días más purificándose de su flujo de sangre. No tocará ninguna cosa santa, ni irá al santuario, hasta que termine su período de purificación. Si da a luz una niña, la madre quedará impura durante dos semanas, como lo es en el tiempo de su menstruación, y permanecerá sesenta y seis días más purificándose de su flujo de sangre." Levítico 12: 2-4-5
Tertuliano, uno de los apologistas más importantes del siglo III decía sobre las mujeres:
"¿No sabéis que cada una de vosotras es una Eva? La sentencia de Dios sobre nuestro sexo persiste en esta época, la culpa, por necesidad, persiste también. Vosotras sois la puerta del infierno. Tú eres la que empezaste el árbol prohibido. Tú eres la primera que desertaste de la Ley divina. Tú eres la que le convenció a él, a quien el diablo no se atrevió a atacar. Por causa de tu mérito, que es la muerte, incluso el hijo de Dios tuvo que morir."
San Agustín, obispo de Hipona, considerado un importante filósofo, decía de la mujer:
"Lo que la diferencia, ya sea esposa o madre, es que es aún Eva la tentadora, de la que nosotros debemos protegernos en cualquier mujer... Yo no veo la utilidad que puede tener la mujer para el hombre, con excepción de la función de parir a los hijos."
Ocho siglos después de San Agustín, Tomas de Aquino uno de los mayores introductores de la filosofía aristotélica en la teología cristiana, pensaba al igual que Aristóteles que:
"A lo que se refiere a la naturaleza individual, la mujer es defectuosa y mal parida, desde el momento que la fuerza activa de la semilla masculina tiende a la producción de una similitud perfecta en el sexo masculino; mientras que la producción de una mujer deriva de un defecto en la fuerza activa o de alguna indisposición material, o de alguna influencia externa."
Trescientos años después y mil trescientos desde Tertuliano, Martín Lutero reformador del cristianismo, decía de las mujeres:
"Déjenlas tener su hijo y hagan lo que puedan; si mueren: benditas sean porque seguramente morirán en la noble labor y de acuerdo a la voluntad de Dios... Han visto que débiles y enfermizas son las mujeres infértiles; aquellas bendecidas con muchos hijos son más sanas, más limpias y más felices. Pero si eventualmente se desgastan por tener hijos y se cansan y se mueren, eso no importa. Dejen que mueran pariendo, para eso están aquí."

La Biblia trata a la mujer como un ser imperfecto, contaminante y peligroso (Eclesiastés 7:26-28, Levítico 12: 1, 2-5, etc); la presenta abiertamente como una pertenencia (Éxodo 20:17, Deuteronomio 21: 11-14 Jueces 21: 7 10-12, Jeremías 8: 10 2, Samuel 12: 11, etc) o menos valorada que el varón (Levítico 27:2-3-4, Deuteronomio 22: 13-21, etc).
Pablo de Tarso resumió estas ideas en un versículo magistral por lo sintético:
"La mujer oiga la instrucción en silencio, con toda sumisión. No permito que la mujer enseñe ni que domine al hombre. Que se mantenga en silencio. Porque Adán fue formado primero y Eva en segundo lugar. Y el engañado no fue Adán sino la mujer, que seducida, incurrió en trasgresión. Con todo se salvará por su maternidad, mientras persevere con modestia en la fe, en la caridad y en la santidad." I Timoteo 2:11-15
Y como deje en claro al comienzo de este artículo, esta visión nace del temor e ignorancia del hombre primitivo, frente a algo que no entendía ni sabía porque se producía, que es la menstruación.


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